El Gran Compromiso
Discípulos siervos-líderes aprenden a amar a Dios, a amar a la gente y a hacer discípulos con un nivel de compromiso que va más allá de simplemente estar involucrado, tal como lo ilustra la siguiente fábula.
“Un buen día una gallina y un cerdo habían salido para tomar su paseo matutino. Su viaje los llevó delante de una cafetería con un rótulo de neón que anunciaba el desayuno especial del día. La gallina habló primero, diciéndole al cerdo, “¿Vistes el rótulo? El desayuno especial de hoy resalta la importancia de mi vida.” Continuó, “Mira. Dice que el desayuno especial de hoy es huevos con jamón. ¿Te das cuenta?” Dijo la gallina, hinchándose con orgullo. “Colocaron los huevos antes del jamón porque las gallinas son más importantes que los cerdos.” El cerdo meneó la cabeza y replicó, “Tu orgullo te ha cegado a la verdad.” La gallina, con una mirada confusa, preguntó, ¿Qué quieres decir? A lo que el cerdo contestó, “Déjame explicar, mi amiga. Las gallinas son importantes; eso es cierto, pero solamente están involucradas en este desayuno especial. Los cerdos, al contrario, están comprometidos con el. Este desayuno requiere que las gallinas pongan los huevos, pero los cerdos tienen que poner sus vidas.”
La moraleja de la historia es clara. Hay una diferencia significativa entre simplemente estar involucrado y estar completamente comprometido con algo.
Jesús dijo, “Si alguien quiere ser mi discípulo, tiene que negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguirme” (Mateo 16:24, NVI).
El gran compromiso requerido de los discípulos siervos-líderes al gran mandamiento y a la gran comisión es que lo den todo, dispuestos a poner sus vidas en más de una manera.
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Vallejo, J. M. (2021). Discipulado Siervo-Líder: Capacitando a la gente para crecer en amor para la obra de servicio.
El origen de esta fabula puede ser trazada a Bennett Cerf quien publicó “Try and Stop Me” en el Titusville, Pennsylvania Herald el 13 de junio de 1950.