Bautícese Cada Uno

“Los que recibieron su palabra fueron bautizados” (Hechos 2:41)

Ya que uno ha nacido de nuevo, confesando ser seguidor del Señor Jesucristo, es muy importante saber los pasos a seguir. La tarea divina de hacer discípulos le pertenece a Dios, Él es quien nos hacer nacer a nueva vida, pero, ¿qué de nosotros? ¿Qué es lo que nos corresponde a nosotros hacer después de nacer de nuevo?

Le sugiero que la vida de un cristiano es muy sencilla porque consiste básicamente en aprender los principios de cómo vivió Jesucristo su vida para así saber como vivir la nuestra. No digo que sea fácil, pero sí es sencillo, aunque a veces la complicamos sin necesidad. Puedo resumirlo con esta frase: andar cómo Él anduvo debe ser nuestro mayor anhelo.

En la Biblia encontramos las palabras y hechos del Señor Jesucristo. Necesitamos aprender todo lo que Él dijo e hizo mientras estaba viviendo sobre la tierra y aplicarlo a nuestra vida, siguiendo su ejemplo. ¿Si el maestro caminó por cierto camino, no deberían sus seguidores andar por el mismo?

La gran comisión de Jesucristo dice que debemos de “ir y hacer discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (Mateo 28:19).

Entendemos que el primer paso de un discípulo debe ser del bautismo en agua.

Es un paso muy importante en la vida del cristiano ya que es el comienzo del verdadero discipulado. La Biblia claramente establece el bautismo en agua como una ordenanza que el cristiano debe de cumplir, si está en su poder hacerlo. La palabra ordenanza significa un rito u observación simbólica externa ordenada por Cristo Jesús, que presenta verdades cristianas esenciales. Uno debe de creer primero y después ser bautizado en agua por decisión propia. El Señor Jesucristo mismo nos dejo este ejemplo al ser bautizado por decisión propia, en las aguas del río Jordán, públicamente. (Mateo 3:13-17).

Las iglesias cristianas observan el bautismo en agua de la siguiente manera. La forma en que bautizan es por inmersión. La palabra utilizada en griego, el idioma original del nuevo testamento, para Bautismo significa sumergir. Ésta es la forma en la cual Cristo fue bautizado, por lo tanto, se sigue Su ejemplo. La fórmula que se usa es “en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”, tomada directamente de la gran comisión de Jesucristo.

Si no lo has hecho todavía, te sugiero que lo hagas en cuanto sea posible. No te demores más. Cuando vayas a ser bautizado en agua quiero que entres con la plena expectativa de que Dios derramará más de Su gracia sobre tu vida.

Este acto de obediencia, confesión de fe pública e identificación con Cristo (Romanos 6:3-5) te proporcionará un encuentro similar al de Jesús.

Los cielos se abrirán (Comprensión Espiritual), el Padre declarará que eres su hijo (Relación Espiritual) y el Espíritu descenderá (Ungido Espiritual). (Mateo 3:13-17).

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