Sembrar y Cosechar
Sembrar = plantar semillas / Cosechar = recoger una cosecha
El 4 de febrero de 1985, el reverendo Dick Mills me dio una palabra profética que incluía: “... Planta semillas por todas partes, alguien más sembró, vas a segar la cosecha, todo tipo de barro (claro, sucio, acuoso), planta semillas a lo largo de todas las aguas...” He aprendido,
Debemos sembrar las semillas del evangelio de Jesucristo para producir una cosecha de almas.
Ha sido muy difícil plantar semillas por todas partes, pero qué alegría ha sido cuando hemos podido recoger la cosecha. El Salmo 126:5-6 suena cierto:
“Los que con lágrimas siembran, con regocijo cosechan. El que llorando esparce la semilla, cantando recoge sus gavillas”.
Pablo ilustra el principio de la siembra y la cosecha a los Gálatas: “No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra. El que siembra para agradar a su carne, de esa misma carne cosechará destrucción; el que siembra para agradar al Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna. No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos”. (6:7-9) El Dr. Charles Stanley se basa en este principio:
“Cosechas lo que siembras, más de lo que siembras y más tarde de lo que siembras”.
El principio de sembrar y cosechar es una buena noticia para aquellos que están sembrando las semillas del evangelio de Jesucristo. El catalizador de Foursquare Multiply, Pete Akins, recientemente exhortó y animó a los plantadores de iglesias:
“Sin plantadores fieles, la cosecha nunca llegará”, pero “con tiempo y atención, el fruto vendrá a su debido tiempo”.
Isaías 55:10-11 confirma: “Así como la lluvia y la nieve descienden del cielo, y no vuelven allá sin regar antes la tierra y hacerla fecundar y germinar para que dé semilla al que siembra y pan al que come, así es también la palabra que sale de mi boca: No volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo deseo y cumplirá con mis propósitos”. Por lo tanto,
¡Sigamos proclamando la palabra de Dios!