Es Necesario Nacer de Nuevo
Para ser cristiano algo tiene que pasar en tu vida. Uno no nace cristiano. Según la Palabra de Dios uno nace pecador, apartado de Dios. Todos hemos pecado y en ese estado estamos separados de la gloria de Dios. Es mas, el pago de nuestros pecados es muerte, o sea, separación eterna de Dios. Pero no sé desanime, hay una esperanza. Hay un camino que lleva a la vida eterna. De eso les quiero hablar.
Una noche un hombre llamado Nicodemo fue en busca de Jesucristo. Él era un hombre líder, religioso, importante, reconocido y sincero. Él había escuchado hablar acerca de Cristo y estaba seguro de que había venido de Dios y quería saber más. Antes de que pudo preguntarle nada al Señor, Cristo le dijo algo que lo confundió. Cristo le dijo que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo no entendió, pensó que estaba hablando de un nacimiento natural, o sea, que tenia que volver al vientre de su madre y nacer otra vez. Claro que eso no es posible. Cristo le explicó que todos nacen de padres humanos pero los hijos de Dios solo nacen del Espíritu.
Recordemos lo que Dios le dijo a Adán en el huerto del Edén: “Mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.” Cuando Adán pecó, murió. No fue solamente el comienzo de una muerte física sino también fue una muerte espiritual instantánea. A causa de la desobediencia, que es pecado, vino la separación del hombre y Dios. Donde antes estaba el hombre unido a Dios ahora estaba obligado a vivir separado de Él. Esta brecha solamente puede ser cerrada por cumplir con el pago del pecado, muerte.
Por eso es que Cristo vino al mundo, como el sacrificio de amor por nuestros pecados.
Dios nos amó tanto que envió a su único hijo para tomar nuestro lugar en la cruz y así pagar la deuda por nosotros.
Él murió de una vez y por todas para que nosotros no tengamos que morir eternamente. Y resucitó de entre los muertos venciendo la muerte y hoy nos ofrece la vida. Esa vida es la que nos cambia del todo. Pero, ¿Cómo?
La Palabra de Dios nos explica que “todos los que reciben a Jesucristo, los que creen en su nombre, Él les da la potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12). Dios nos ama y provee el camino de salvación, pero no se aplica a nuestra cuenta hasta que nosotros tomemos el paso de fe. Exactamente cómo nos convierte en sus hijos nadie sabe, más que Dios, pero los pasos a seguir son bastantes claro.
Lo primero que debes de hacer es admitir tu necesidad espiritual, reconociendo que eres pecador.
Segundo, debes arrepentirte de tus pecados. Eso significa que debes ponerte de acuerdo con Dios y lo que el dice acerca de tu pecado y tener el propósito de abandonar tu pecado.
Tercero, debes creer que Jesucristo es quien dice ser, que murió por ti y confiar en Él.
Finalmente, debes recibir a Jesucristo, confesándolo como Señor de tu vida. La decisión es nuestra, si aceptamos o rechazamos su amor y perdón.
Hay que nacer de nuevo. Por lo tanto, si todavía no lo has hecho, te invito a que recibas a Cristo como tu Señor y así vas a comenzar una nueva vida en Él. Como dicen las escrituras: “De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17). Hoy es el día de borrón y cuenta nueva. No pierdas esta gran oportunidad y dígale SÍ a Cristo y el te convertirá en un hijo de Dios, y podrás comenzar a andar como un verdadero cristiano y discípulo de Cristo.